A menudo me despierto con la sensación de ser la persona más falsa que ha pisado esta tierra.
Miro mi cuerpo y veo mis tetas, mi coño, mis piernas peludas y ese horrible bigote. Y pienso: “esto no me representa, esto no me hace feliz, esto no soy yo”.
Nunca se me ha pasado por la cabeza querer transicionar. Los penes me aterran, aún no sé por qué, y tener uno sería mi peor pesadilla hecha realidad. Además, mis tetas me gustan. Son un par de bolitas antiestrés preciosas, con esas aureolas tan rositas y esos pezones tan en punta. Pero ver mis piernas peludas, por mucho que exista la posibilidad de depilarlas y me guste la sensación de acariciarlas y notarlas tan suaves… es horrible. No me gusta tener anclado en la cabeza ese pensamiento de que una mujer no puede ser peluda, porque yo no soy una mujer. Tampoco soy un hombre. Pero no me gusta ningún género y ninguna etiqueta me llama realmente la atención. He pensado muchas veces pasar de etiquetarme, hacer caso a todes mis amigues que me dicen que no las necesito, ser un alma libre… pero la verdad es que necesito esa etiqueta. Necesito sentirme válide, saber que no soy la única persona que se siente así. Y lo sé, sé que hay más como yo, no estando a gusto con su cuerpo ni con su género. Pero necesito esa palabra que me defina, aunque luego no vaya a utilizarla y aunque nunca vaya a salir del armario del género.
Sé que es probable que sean imaginaciones mías, que yo le dé muchas vueltas… pero cuando digo que no me traten de ‘ella’, la gente parece evitar cualquier palabra que tenga género, como si estuviese inventándome cosas. ¿Pero no se basa en eso el mundo? ¿En inventar cosas nuevas? ¿En adaptarse a los tiempos? ¿Por qué cuesta tantísimo añadir un nuevo pronombre para que unas pocas personas nos podamos sentir válides? ¿Tan poco respeto hay por los sentimientos de los demás? ¿Tan poco valgo yo para mis amigues, que en ocasiones me han llegado a decir que soy “antinatural”, “un error de la naturaleza si hablamos desde el punto de vista científico”? ¿Desde cuándo me he convertido en un experimento?
No obstante, aunque hay más días malos que buenos, siempre hay algo que me agarra, aunque sea muy ligeramente, a este mundo. Siempre consigo leer algo que me hace sentir que, aunque es un día de mierda, tal vez mañana no lo sea y el mundo haya aprendido. Muchas veces eso no ocurre y me encuentro peor. A veces esto dura semanas y mi sonrisa es tan falsa que duele. Pero hay gente como yo, hay gente que sabe lo que es y hay gente que me apoya. Que nos apoya. Hay razones para creer en un mañana mejor que espero que llegue pronto. Hay razones para sentirte válide. Así que, quédate conmigo y cree en ese mañana, porque de verdad, va a llegar. Está llegando.
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