domingo, 3 de diciembre de 2017

CRÓNICA DEL OCTUBRE FEMINISTA



CRÓNICA DEL OCTUBRE FEMINISTA

Esta semana hace un mes desde que cerramos el Octubre Feminista.

El Octubre Feminista surgió como un proyecto para extender el feminismo en Zaragoza, fomentando la reflexión, el debate y la creación feminista en distintos espacios, y promoviendo la coordinación entre distintos colectivos de la ciudad.Colaboraron en el proyecto Komando Feminista y las asambleas feministas de los institutos Félix de Azara, Miguel Catalán y Virgen del Pilar.


El mes comenzó con un Encuentro Artístico en la Vía Láctea (la charla sobre Feminismo e Interseccionalidad tuvo que ser pospuesta). Llenamos las paredes de la Vía Láctea con fotografías históricas de Zaragoza Rebelde sobre el movimiento feminista en Zaragoza, y trajimos voces del feminismo zaragozano durante la Transición, a través del documental Tránsitos Feministas. Tuvimos la oportunidad de conversar con Amparo Bella, la directora del documental, y con Esther Moreno, una de las activistas que aparecen en él. La reflexión colectiva después de la proyección nos sirvió para tender puentes entre generaciones, afianzar la memoria colectiva y pensar en común sobre el pasado y el presente del movimiento. 

Después nos sentamos a escribir, a escribirnos, en verso y en prosa, desde el afecto y desde la rabia, y en clave feminista. Nos animamos las unas a las otras a romper las barreras de inseguridad que a menudo nos callan, para plantarnos sobre un escenario y empezar a alzar la voz.

Una semana después más de cincuenta personas nos reunimos en la Casa del Estudiante para comentar el libro La tecnología del orgasmo y la película Hysteria. La obra de Maines relata la sistemática patologización de la sexualidad femenina a lo largo de la Historia, y describe cómo los vibradores fueron concebidos originalmente como instrumentos terapéuticos para el tratamiento de la histeria. Después nos formamos en akelarre para hablar sobre nosotras mismas, nuestros cuerpos y las violencias perpetradas continuamente contra ellos. Compartimos saberes que crecen en los márgenes y son vetados de los currículos escolares, las clínicas y los libros oficiales, y desafiamos juntas los cánones del conocimiento androcéntrico. El día siguiente continuamos aprendiendo sobre nuestros cuerpos en el taller de autoconocimiento de Komando Feminista, donde tuvimos la oportunidad de autoexplorarnos, algunas por primera vez, con un espéculo en una mano y una compa feminista en la otra.


Cerramos el Octubre Feminista con la II Jornada Feminista Estudiantil, que tuvo lugar en el CSC Luis Buñuel, y a la que acudieron en torno a 100 personas. El viernes tuvimos una sesión de autodefensa, y el sábado pasamos el día tejiendo redes, conociéndonos y aprendiendo unas de otras. Hablamos del rol de las mujeres en la educación a lo largo de las últimas décadas en el Estado Español, del Franquismo y el Manual de la Buena Esposa, del trabajo de Mujeres Libres,  de la huelga estudiantil que se prepara para el próximo 8 de marzo, de las cazas de brujas y de Silvia Federici, de nuestra regla,nuestro clítoris y nuestra forma de masturbarnos y follar. Y terminamos bailando, porque si no podemos bailar, no es nuestra revolución.


Por si fuera poco, en el mes de octubre el movimiento feminista marchó también en una manifestación nocturna para plantar cara a las agresiones machistas que año tras año suceden durante las fiestas del Pilar, y son justificadas por la fiesta y el alcohol. Vimos en plena efervescencia el rostro de un feminismo que andamos construyendo día a día, que es valiente e irreverente, que no teme desobedecer lo que es injusto, que se solidariza con otras luchas y se opone al capital, un feminismo que cree en la autoorganización y la autodefensa, que busca cambiarlo todo y que ya ha empezado a hacerlo.

¡Por un octubre que dure todo el año! ¡Nos vemos en las calles!







martes, 24 de octubre de 2017

II Jornada Feminista Estudiantil



¡Siguen las actividades del Octubre Feminista y vuelven las Jornadas Feministas Estudiantiles!
Este año lo hacemos todo a lo grande y nos lanzamos a celebrar el movimiento feminista estudiantil durante ¡dos días! 

📍 Ambos días estaremos en el Centro Social Comunitario Luis Buñuel. Puedes entrar por la Plaza Santo Domingo, al lado de Plaza Europa. 

Empezaremos el VIERNES 27 a las 18h con un taller de autodefensa a cargo de AutodefensA Para Mujeres 👊🏽 ¿Suena bien? ¡Pues corre a apuntarte en el siguiente formulario! https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSdhyR8KYAe0L5UxH6I-an2HFG--MOl5xt3-iGu0xDQXGpkVWw/viewform?c=0&w=1


Y tras descargar nuestro estrés y empoderarnos, ¡toca formarnos el SÁBADO 28!

🔻 11h Empezaremos con unas dinámicas de presentación
🔻 12h Para luego presentarnos nosotras, las asambleas
🔻 13h Nuestra primera charla del día tratará sobre la educación que hemos recibido las mujeres, cómo hemos sido invisibilizadas y un pequeño repaso de grandes figuras feministas
🔻 14:30h Comedor vegano
🔻 16h Después de descansar un poquito retomaremos con un taller dedicado al próximo 8 de marzo, Día Internacional de los Derechos de las Mujeres.
🔻 18h Para despejarnos un poquito antes de seguir, jugaremos al trivial feminista y el equipo ganador podrá reclamar un maravilloso premio ;)
🔻 19h Por último, pero no menos importante, tendremos un taller sobre brujería, en el cual hablaremos sobre cómo las mujeres que en el pasado se dedicaban a la medicina y otras ciencias fueron consideradas ‘brujas’.
🔻 20:30h Cenador vegano y fiesta ¡hasta las 2 de la mañana! ¿Te animas a subir a tocarnos algo en el micro abierto? ¿O tal vez prefieres leer un poema? 🎤

Además, disfrutaremos de un concierto con la voz de Nerea Núñezque nos deleitará tanto con covers como con canciones propias! 

🍆 Como esperamos que vengáis muchas y tenemos que preparar comida para todo el mundo, necesitamos que quienes tengáis pensado comer y/o cenar con nosotras confirméis vuestra asistencia mandando un correo a comedorfeminismounizar@gmail.com 
 El precio de la comida o de la cena es de 3€, y si te quedas todo el día, ¡te salen las dos por 5€! Puedes usar el siguiente modelo al escribirnos:
Nombre:
¿Asistirás a la comida, cena o ambas?
¿Eres intolerante al gluten o celiaca?
¿Tienes algún otro tipo de intolerancia o alergia?


¡No dudéis en traer amigas! Os esperamos :)

🙋🏽 Organizamos las Jornadas: Feminismo UnizarFeminismo Azara, Pilares Feministas (asamblea del IES Virgen del Pilar) y la Asamblea Feminista IES Miguel Catalán.

martes, 30 de mayo de 2017

Acoso en Cádiz y #NadieHizoNada

El pasado Jueves, sobre las 20:45h, fui acosada por tres machirulos en la Plaza de España de Cádiz. Volvía sola y muy tranquila de hacer un trabajo de clase, camino de mi casa, loca por llegar y ponerme cómoda, lo que menos me iba a esperar era encontrarme con tales elementos, dos sentados en el respaldo de un banco y uno de pie. Al pasar, simplemente escuché:

-"Ésta seguro que no quiere venir conmigo a la feria".

También algunos silbidos pero no en tono de piropo. Cabía la posibilidad de que estuvieran hablando de alguna chica, o de que lo estuvieran diciendo por mí. Soy una fiel amante de las rebelaciones contra el acoso sexual callejero, pero antes de nada tenía que asegurarme de si iba por mí. Así era. Como era de esperar, no iba a llegar a casa con la sensación de impotencia por no haber abierto la boca, por lo que me volví hasta dos veces, a lo que el que estaba de pie me dijo:

-"Quilla, que nariz más bonita tienes".

A lo que yo le contesté con un tono 100% paradójico:

-"¿Has visto, cariño? Para bonita ya está la tuya".

Seguido de un beso lanzado que acabaría en un maravilloso corte de mangas.

Esperé a que hubiera gente, ya que iba a aprovechar la oportunidad, lo haría del todo, así que eso hice. Uno de ellos, al ver que me volvía, desde lejos, gritó:

-"Uuuh, esta quiere conmigo".

Y su compi:

-"Están las guapas y luego estás tú, ¡qué culo!".

Así que no me lo pensé mas y grité, grité muy fuerte:

"¡Que no quiero tu piropo! ¡Que quiero que te mueras, subnormal!".

Con la misión de que las personas de alrededor vieran que algo estaba pasando.

Un chaval de unos 25 años pasó frente a mí, se quedó mirando sin parar su camino.

También una mamá con su bebé, que prefirió no levantar la mirada de su hijo.

En algunos bancos cercanos también había gente.

En la esquina, tres personas en la puerta de una tienda de chuches, viendo la vida pasar.

Nadie hizo nada.

¿Comentarios estandarizados? ¿Difusión de la responsabilidad?


-"¡Te la voy a meter por detrás!".

A lo que me vino a la mente el fantástico gesto explicado por Pamela Palenciano de dedo hurgando en la nariz y:

-"¿Que me vas a meter el qué? ¿Qué dices que me vas a meter dónde?".

Al encontrarse sin recursos y con una reacción absolutamente inesperada, tiraron del viejo:

-"Quilla que eres más fea que un frigorífico por detrás"o un "No te dejas ni querer" (haciendo el amago de que acoso y amor son lo mismo. Claro que sí, guapi).


-"¡Ya quisieras saber tú qué coño es eso!

Y así me perdí entre las calles hasta llegar a casa. Fuerte. Combativa. Orgullosa. Como se decía en aquel famoso juego: "POR MÍ Y POR TODAS MIS COMPAÑERAS". Por las que callan y por las que alzamos la voz. Sabía que lo estaba haciendo muy bien al tener estos sentimientos a flor de piel, en lugar de miedo, rabia e impotencia.

No es una violación (a mis derechos sí), pero por eso no hay que darle menos importancia, porque para llegar a una violación, antes hay que pasar por lo que yo ahora estoy contando.

Acaso, con el feminismo y el empoderamiento por montera, ¿iba a tolerar desprestigiarme de tal forma como para pasar sumisa y sin hacer frente al acoso sexual callejero?

Da que pensar que te digan que estás obsesionada con el feminismo cuando no nos dejan caminar tranquilas por ser mujeres. Cuando a todas las chicas nos ha pasado algo alguna vez de manos de un completo desconocido.

Da que pensar cuando, después de contar lo sucedido, te dicen "Es que ya la gente no sabe ni ligar", no, no es ese su objetivo. Su objetivo es dejar claro que está por encima de ti.

¿Hasta cuándo vamos a tener que aguantar esto?


Sororidad, compañeras.

No estamos solas.

@agredali


domingo, 19 de febrero de 2017

No me llames loca, aunque lo esté

Desde hace un tiempo (que vendría a ser desde que empecé con el feminismo) he ido oyendo y leyendo cosas dentro del movimiento que me dolían. Al principio no sabía por qué, estaba confusa, quizá sólo era mi hipersensibilidad, como siempre. Y bueno, en parte es así, pero hoy puedo ponerle otro nombre: Capacitismo. 

Definimos “capacitismo” como la discriminación hacia las personas con discapacidad física o mental. Bien, algo recurrente en el feminismo es utilizar la empatía como medidor de humanidad. Si tienes baja o nula empatía, no mereces ningún respeto. Esto no funciona así, empezando porque el término “empatía” ni siquiera se utiliza correctamente. No hay un solo tipo de empatía, sino dos:
        -La empatía afectiva provoca la misma emoción que siente la otra persona a modo de “contagio”.
        -La empatía cognitiva implica ser capaz de reconocer cómo se siente la otra persona.

Las personas con baja empatía no son algo abstracto que traer a la discusión cuando nos conviene y barrer bajo la alfombra cuando no. Estas personas existen y su falta de empatía no es algo que hayan elegido. Y aunque así fuera no tendría nada de malo, sino que en la mayoría de los casos es una consecuencia de un trastorno mental (esquizofrenia, trastorno límite de personalidad (TLP), depresión...) o del desarrollo (espectro autista). Y para romper más los esquemas, es posible que una persona tenga tanto niveles altos de empatía como nulos o bajos  dependiendo del momento, por ejemplo, si tiene un trastorno de la personalidad, donde las emociones son una montaña rusa y tu cabeza va de un extremo a otro en cuestión de segundos. Además, muchos de estos trastornos pasan inadvertidos o, mejor dicho, no consiguen ningún diagnóstico. 

Lo sé porque he pasado por esto. Cumplo punto por punto los síntomas del TLP (incluso aquel que dice que tu cabeza te dirá que te estás inventando o fingiendo todo para llamar la atención, es una situación cuanto menos curiosa) y el único tratamiento que recibes es el de loca, incluso por parte de aquellas personas que dicen apoyarte. Entiendo que es difícil, lo entiendo mejor que nadie. Dejaré un fragmento de un libro sobre este trastorno abajo*, pero para hacernos una idea del estereotipo, de la idea que se tiene de nosotres, pondré un ejemplo: la novia celosa de las películas de domingo. Esa que manipula, agrede e incluso llega a matar a quien le lleva la contraria. Sí, el TLP te hace ser impulsiva, te genera grandes inseguridades, pero ni yo ni nadie que padezca este trastorno que yo conozca ha hecho daño a su pareja o a sus amigues. Las relaciones intensas e inestables son características de este trastorno porque nos consideran manipuladores al no saber entender muchos de los saltos y loopings que hacen nuestras emociones, pero no hay nada como intentarlo. Nosotres tenemos que hacerlo cada día, se puede, de verdad. 

En el feminismo se estigmatizan algunos trastornos porque son trastornos que dan miedo y dan miedo porque se nos criminalizan desde siempre. Se nos pone de asesines en serie y abusadores cuando es mucho más probable que seamos víctimas de abusos. Nos dicen que hacemos quedar mal al feminismo con nuestras cosas de locas, nuestros cambios de humor, nuestra apatía, nuestro histrionismo... Y porque acomodarse a todos estos síntomas significa medir las palabras y asumir las consecuencias cuando se mete la pata. Esto es aplicable a todas las personas neurotípicas, claro, pero cuando estas cosas pasan en un entorno feminista duelen más. Después de todo, esos espacios deben ser seguros para todes y sin embargo te están apedreando por no poder controlar esto o aquello. 

Muchas veces, no se considera que las personas con discapacidad puedan estar interesadas en el activismo porque directamente no se les ve como personas. El capacitismo no es sólo el uso de slurs (insultos dedicados a un cierto colectivo oprimido) como “cute but ps*cho”, también incluye no facilitar la accesibilidad al movimiento a todo el mundo y ahí entran las personas que quizá no responden como tú esperas ni entran en tus expectativas. Es un esfuerzo que no debería cuestionarse en el activismo, pues nadie se merece la violencia del sistema. 



Saru, Feminismo Unizar


Las opiniones que se publican no tienen por qué corresponderse con la de nuestra asamblea, pero vemos fundamental que podamos tener un espacio en el que expresarnos. Gracias por querer compartir con nosotras vuestras inquietudes y dar vida con ello a este blog, que tan sólo pretende acercar el feminismo y luchar contra el patriarcado.





jueves, 2 de febrero de 2017

Paradojas del Orgullo

Es 2017 y, como cada año desde hace 40, Madrid dedicará una semana entera al Orgullo Gay. Es 2017 y la gran mayoría de la gente cree que esto es un avance magnífico para todas aquellas personas que pertenecemos al colectivo LGBT. Pero la realidad es muy distinta.

Hay muchas cosas que se pueden criticar de la organización del Orgullo en Madrid. La más obvia, y a la vez la más escondida, es su nombre. Lo llaman Orgullo Gay, y lo promocionan como una manera de integrar y visibilizar a las personas LGBT, pero irónicamente se dejan tres siglas por el camino y borran por completo la historia de nuestras compañeras trans de color en Stonewall. Esto, claro, es sólo una pequeña muestra de cómo el patriarcado está presente en todas las intersecciones de opresión, dificultando nuestros pasos hacia una vida mejor.

Nos presentan el Orgullo como una fiesta, y en cierto modo lo es, porque celebramos que durante este rato, nos permiten salir a la calle y expresarnos tal y como somos. Al menos, en parte. Porque sólo podemos estar en los eventos que organizan para nosotres, eventos que se hacen un hueco tan grande en Madrid porque son “toda una oportunidad para enriquecer las arcas de la endeudada Madrid” (1). 
 
Nos confinan a vivir en nuestros barrios, aunque, bueno, son barrios gays, no LGBT. Nos consideran un ente uniforme, todes somos iguales. En la cabeza de la mayoría, somos esas personas que se bañan en dinero y se van de tiendas un día sí y otro también. Un insulto a un colectivo cuyos índices de pobreza e indigencia son tan altos. Vivimos en la miseria porque a gran parte del colectivo (esa T que tanto se olvida) se le niega una sanidad de calidad. Vivimos en la miseria porque nos echan de nuestro trabajo por nuestra orientación sexual. Nos agreden por la calle si nos atrevemos a darle la mano a nuestra pareja (2).  Madrid se proclama este año como “un destino LGTB de referencia” (1) ignorando por completo las más de 200 denuncias registradas en 2016 (3). Se nos vende como unes fiesteres, incitándonos a ambientes repletos de alcohol y drogas con todo lo que ello conlleva, e invisibilizando a aquellas personas que no disfrutan del ambiente nocturno e impidiendo a les menores de edad compartir espacios con personas que han estado antes donde están elles, que les podrían ayudar, que les podrían decir que no todo es malo y que no tienen que avergonzarse de quiénes son.

Por esto y muchas cosas más nos parece importante ser critiques con un evento tan importante. Sin embargo, sabemos que todavía hace falta salir a la calle a reclamar nuestros derechos. Por eso mismo os animamos a que, si visitáis Madrid a finales de Junio, optéis por disfrutar del Orgullo Crítico u ayudéis a organizar el Orgullo de vuestra ciudad y luchéis junto a nosotres contra esta ola capitalista que intenta camuflar todas las agresiones que recibimos día a día.

Fuentes:


Giinny, Feminismo Unizar


Las opiniones que se publican no tienen por qué corresponderse con la de nuestra asamblea, pero vemos fundamental que podamos tener un espacio en el que expresarnos. Gracias por querer compartir con nosotras vuestras inquietudes y dar vida con ello a este blog, que tan sólo pretende acercar el feminismo y luchar contra el patriarcado.




miércoles, 11 de enero de 2017

Violencia de género es violencia machista

En esta entrada mi intención es analizar algunos de los mecanismos que intervienen en la violencia de género. Pero sobretodo, mi intención es concienciar ya que considero que no solo la normalización de muchos de nuestros valores, también la invisibilización o el silencio son cómplices del machismo en nuestra realidad actual. Ocurre además que hay casos que no solo se invisibiliza la realidad de las víctimas de la violencia de género, también hay tergiversación, hace escasos días (3 de Enero del 2017)  un magistrado del Supremo, Antonio Salas, achacaba a la violencia de género un problema de “maldad de las personas”, poniendo en duda que el machismo esté vinculado a la violencia de género.

No sólo el machismo de Antonio Salas es vergonzoso, a su vez, es injusto y humillante para todas las víctimas de violencia de género. La relación entre machismo y violencia de género es indiscutible ya que el machismo engloba una serie de conductas y creencias sociales que justifican la superioridad del hombre frente a la mujer. En la actualidad vivimos en un sistema económico, social, político y cultural fundamentado en el Patriarcado, por lo tanto, el género masculino tiene una serie de privilegios que el género femenino no posee,así también, normaliza y perpetúa una serie de conductas machistas que se nos inculcan desde la infancia a todos y a todas. Por lo tanto, es de vital importancia reconocer que el machismo está vinculado a la violencia de género para poder ayudar y comprender a las víctimas de violencia de género, y sobre todo, para seguir luchando por una sociedad en la que nuestras relaciones se basen en la igualdad, es decir, en valores feministas. Antonio Salas, únicamente justifica las conductas violentas de los agresores, invisibilizando, una vez más, que las mujeres sean identificadas como víctimas de violencia de género, y con ello, que no seamos conscientes de la gravedad de este asunto en nuestra sociedad. Recordemos que las mujeres están siendo asesinadas.

Por eso, quiero comenzar hablando de la educación y de los mitos del amor romántico. Analizar y comprender nuestra educación y nuestros valores nos ayuda a comprender los mecanismos que intervienen en la violencia de género. En nuestra realidad actual ocurre que la educación femenina y la educación masculina, aunque no nos parezca evidente, son dos modelos muy distanciados. Fundamentalmente, muchas personas tienen la creencia de que ontológicamente somos distintos, es decir, la ontología femenina está vinculada a la pasividad, al cariño, al cuidado, o la delicadeza. Mientras que la ontología masculina está vinculada a la autonomía, actividad, dominación o autoridad. Bajo estos presupuestos, pensamos en muchas ocasiones que “por naturaleza” somos diferentes, y este argumento justifica que los modelos y los roles educativos que se adjudican de forma diferente a ambos géneros es algo evidente e incuestionable. Las construcciones sociales cuya legitimación reposa en  la idea de formar parte de un orden natural fijo e inmutable, es uno de los prejuicios más difíciles de desmontar con argumentos racionales. En definitiva, es innegable que somos biológicamente distintos, pero la socialización excede las diferencias.

Consecuentemente, ante el distanciamiento de los modelos sexuales masculino y femenino, nos encontramos con el mito del amor romántico, que bajo mi punto de vista, analizarlo esclarece los mecanismos que intervienen y perpetúan la violencia de género.

En primer lugar, el mito del amor romántico afecta a todas y a todos con sus exigencias solidificando roles que dividen a los géneros. Las expectativas de amor romántico se reflejan en los estereotipos femeninos como mujeres pasivas, sumisas, dependientes, tímidas, sin capacidad de elección. Podría poner numerosos ejemplos. Considero que los cuentos y las películas de Disney nos ayudan a analizar todos estos roles. Por poner un ejemplo, en la película Hércules de Disney nos presentan dos modelos: Hércules el masculino y Megara el femenino. Hércules, en resumidas cuentas, representa el héroe, un semidios, es activo, fuerte, agresivo, un salvador, con carácter, perseverante, luchador, dominante, admirado por todas, mediante la lucha desarrolla su autonomía e individualidad. Megara, a pesar de que nos la presentan como una mujer rebelde, es soltera, y por lo tanto, Disney nos perfila a Megaracomo una mujer mentirosa y que no es de fiar, es un personaje sexualizado, ella no es bonita, directamente es sexy. El amor poco a poco la va transformando en inocente, femenina y delicada, hasta el punto que Hércules la termina rescatando de la muerte. La rebeldía de Megara se anula finalmente con el amor, abandona todo por el amor verdadero, ella necesita un amor que la proteja y ese ideal queda representado en Hércules. En esta película y como ya sabréis, en muchas de Disney, se refleja la falsa ilusión de que una pareja es fuente de toda felicidad, además he de mencionar que el amor verdadero debe ser heterosexual y monógamo. Cuando Megara no entra en la norma de las exigencias del amor romántico, es decir, cuando está soltera, se la perfila con connotaciones peyorativas: engaña hombres, engatusadora, caprichosa, triste, loca, etc.

Es evidente que Disney es una buena herramienta para identificar las pautas de comportamiento y estereotipos convencionales. Las chicas somos buenas, dulces, recatadas, coquetas, etc. Los chicos tienen que cumplir la exigencia de llegar a ser ese príncipe azul que siempre termina rescatando a su doncella, es un hombre justo, guerrero, incluso dominante. Ella es pasiva. Él es activo. Todas estas fantasías perpetúan los mitos del amor romántico. Nos inculcan desde nuestra infancia que somos seres incompletos y junto a ello creer que la única unión natural y universal es monógama y heterosexual.

Otro de los mitos de esta construcción social es pensar que el amor lo puede todo. La omnipotencia de las relaciones amorosas se justifica en el argumento “se puede seguir juntos a pesar de las adversidades”, así mismo “quien bien te quiere te hará llorar” “quienes se pelean se desean”. Sin embargo, muchas de estas ficciones tienen terribles consecuencias en nuestra sociedad. Interiorizamos estos valores pensando que son universales y verdaderos, y esto explica por qué muchas mujeres maltratadas no son capaces de dejar la relación o denunciar a su agresor. La violencia machista comienza con una broma, con un gesto, con un empujón, con una amenaza y termina con un asesinato.

El mito del amor romántico nos transmite que necesitamos tener pareja, complementarnos con una media naranja es un requisito de esta sociedad. No obstante, es totalmente falso que nos sintamos completos cuando tenemos pareja, por lo tanto, nuestro destino, biológico o social, no es encontrar pareja, el amor romántico es una dificultad para una sociedad basada en la igualdad. No estoy diciendo que el amor sea malo, sino que de la manera que se ha estructurado en nuestra sociedad nos hace dependientes en todos los sentidos.

Amor romántico es una construcción social que nos hace creer que una pareja nos completa, nos salva, incluso que si no fuese por nuestra pareja no tendría sentido nuestra existencia. Véase, como he mencionado anteriormente, en cualquier película de Disney, la Bella Durmiente, Blancanieves o la Cenicienta terminan siendo rescatadas por un hombre. También en películas de Hollywood, como la celebrada película PrettyWoman.

Si queréis informaros mucho más de este asunto, no dudéis en contactar con personas especializadas en este tema, y por supuesto, buscad libros que os informen con mayor extensión.

En una situación de maltrato la víctima ha interiorizado muchos de estos valores que he mencionado del amor romántico y  por consiguiente, se cree que es algo natural y sólido, es muy difícil despegarnos de nuestras creencias y mucho más cuando el feminismo se compara al machismo en términos opuestos y es presentado como el principal enemigo del patriarcado.

Además de la violencia del maltratador, se pone en juego diferentes fases en la violencia machista.

En primer lugar, la fase de acumulación de tensión, cuando el maltratador ejerce violencia verbal y manipulación psicológica. La mujer no comprende la situación y como he mencionado anteriormente, una vez interiorizados los valores del amor romántico, no es completamente consciente del proceso de violencia al que está siendo sometida. De esta manera, la víctima siempre acudirá a valores mencionados anteriormente “quien bien te quiere te hará llorar” o “el amor lo puede todo”. La víctima evitará el conflicto y además, ante la manipulación psicológica creerá que los conflictos son culpa de ella. Esta es una de las fases más complicadas, ya que no es visible, como es el caso de la agresión que deja marcas o moratones.

En segundo lugar, la fase de la agresión cuando el maltratador ejerce la violencia física o sexual. En esta etapa la ansiedad y el temor de la víctima aumenta.

En tercer lugar, la fase de reconciliación, más conocida como “fase de luna de miel”. Una vez que el agresor efectúa el maltrato, ya sea psicológico, físico, o ambos, el maltratador suele pedir perdón y mostrarse cariñoso y atento, aquí ejercen mayor fuerza los valores del amor romántico. Si pensamos que el amor lo puede todo, la víctima ante esta situación pensará que el agresor puede cambiar, ya que hemos interiorizados los valores de dependencia como algo verdadero y universal, la manipulación se hace efectiva. En esta fase hará creer a la víctima que el maltrato al que la ha sometido no será para tanto. Por desgracia, esta fase es una más de este ciclo, ya que se vuelve a iniciar y hay mujeres que creen que no hay salida ante esta situación.

Las víctimas de violencia de género atraviesan un conflicto personal ante las creencias del amor romántico y su propia individualidad. Individualidad que es anulada en el maltrato, y por tanto, una enorme dificultad de reconocer que se está siendo maltratada. Por eso, considero necesario tomar conciencia y sobre todo ayudar a las víctimas ya que ante esta situación muchas se encuentran solas y perdidas, recordemos que su autonomía ha quedado anulada. Necesitan apoyo y comprensión. Las mujeres maltratadas no reciben ningún tipo de ayuda con mensajes tipo:

“Tú tienes la culpa porque no le dejas. Estás permitiendo que te maltrate”
“No entiendo por qué no dejas la relación o permites que te hagan eso”
“No sé cómo no has sido capaz de denunciarle”

Aquí entra el juego el mito de la libre elección. Os pregunto: si una mujer está siendo maltratada y no es consciente de este maltrato por todos los valores que hemos interiorizado, ¿cómo es posible que esa mujer sea libre de poder elegir alejarse o poner una denunciar al hombre que la maltrató? ¿Cómo enfrentarse ante esta situación y decidir libremente si la autonomía y por tanto, la libertad de esa mujer han quedado anuladas? Partiendo de la base, hemos de reconocer que donde no hay justicia y donde no hay derechos, no hay libertad de elección real, no podemos decir que una mujer maltratada sea libre de elegir dejar a su pareja o ponerla una denuncia, y mucho menos si no recibe apoyo.Además muchas mujeres se sienten avergonzadas ya que su autoestima está por los suelos y en numerosas ocasiones por temor al maltratador no se denuncia. Son muchísimas razones que conllevan mayor extensión.

Recordemos que el principal objetivo de un maltratador es aislar a su víctima, si no las apoyamos será muy difícil que se identifiquen como mujeres maltratadas en esta situación. Decir que las mujeres estamos empoderadas es una falta de empatía hacia la desigualdad estructural que sufrimos las mujeres, en un sistema patriarcal nuestra libertad jamás será absoluta ni plena.

          Le pregunto a usted, Antonio Salas, ¿Cómo es posible que una víctima de violencia de género se atreva a denunciar a su agresor o se reconozca como maltratada si no se reconoce el problema que genera el machismo en esta sociedad? El problema no es sólo usted, sino que hay mucha gente que piensa como usted.

Blanca Medina


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miércoles, 28 de diciembre de 2016

La violencia hacia los hombres

Seguro que habéis oído muchas veces eso de “los hombres también sufrimos violencia” y hoy venimos a hablar de eso. Venimos a decir que es verdad. Sí, como lo leéis. Los hombres sufren violencia. Pero maticemos antes de seguir. 

La violencia es un conjunto de comportamientos deliberados que buscan herir física o psicológicamente a alguien. Hasta ahí todo claro, ¿verdad? Como decíamos, los hombres también padecen esto, aunque no en el modo que ellos mismos intentan argumentar. 

Los hombres no heterosexuales sufren violencia por no ser heterosexuales, pero no por ser hombres.

Los hombres trans sufren violencia por ser trans, pero no por ser hombres.

Los hombres de color sufren violencia por no ser blancos, pero no por ser hombres.

Los hombres con diversidad funcional sufren violencia por su discapacidad, pero no por ser hombres.

Los hombres de clase trabajadora sufren violencia por ser trabajadores, pero no por ser hombres.

¿Veis la idea? Los hombres no sufren violencia sistemática por su género, sino por otras circunstancias que actualmente generan rechazo y odio. Cuando los hombres dicen que el patriarcado también les oprime porque no les dejan llorar o porque les llaman “nenazas”, deberían reflexionar sobre algo. Nosotras somos el insulto que os ofende. Eso que tanto os enfada es que os comparen con nosotras o, más bien, con los estereotipos en los que se nos intenta encajar, esta vez sí, por nuestro género. Y esos estereotipos también son violencia, una que nos hace tener problemas con la comida, que dispara los casos de depresión y otros tantos trastornos mentales, que nos hace sumisas ante los maltratadores porque nos dicen que nos lo merecemos y que somos débiles para enfrentarnos a ellos. 

No decimos que vuestra vida sea un paseo por el campo, lo que decimos es que nuestro campo a veces parece más un campo de minas. Si no pisamos con cuidadito, algo puede estallar y hacer de nuestra vida un infierno. Así no es como queremos vivir. No queremos mirar por dónde pisamos y hacerlo flojito, queremos caminar con la cabeza bien alta y no tener miedo de esa calle que está tan mal iluminada y vacía. Queremos vivir, no sobrevivir

También queremos decir que sí hay un día internacional del hombre, el 19 de noviembre (lo hemos buscado en Google y por vuestro bien os pedimos que no hagáis lo mismo), y, en vez de tener una pataleta porque las feministas somos muy malas con vosotros, podríais aprovechar ese día para preocuparos de los hombres que hemos enumerado arriba y hacerles ver que tienen vuestro apoyo. Porque en realidad todos esos hombres maltratados y victimas de la violencia os importan un bledo. Sólo habláis de ellos cuando tenéis que desmontar los argumentos de una feminista y así de claro os decimos que no funciona. En todo este problema no hay que mirar solamente a quienes recibimos violencia, sino también a quién la genera. Y esto no falla: sea dirigida hacia mujeres o hacia hombres que sufren opresiones, los colectivos opresores son hegemónicamente masculinos.

Porque cuando hablamos de violencia hacia la mujer no hablamos de esos “enfermos mentales” que tienen un arrebato.  Las personas con trastornos mentales nos merecemos un respeto mayor que esto, porque ellos no tienen ningún problema. Son hombres que tienen muy interiorizada su superioridad, aunque no lo digan claramente. No tienen que anunciar sus intenciones para ser machistas y maltratadores. Son hijos perfectamente sanos del patriarcado.